Detalle de les saintes-Meries-de-la-Mer

Vicente van Gogh


Van Gogh sólo pasó cuatro días en Les—Saintes-Maries—de—la-Mer, pese a lo cual el lugar le causó una fuerte impresión y le indujo a pintar numerosas escenas locales. El clima del sur ejerció una gran influencia en su tratamiento del color, y el cambio de escenario liberó su paleta. Esta y otras obras realizadas durante su estancia en Les— Saintes—Maries ilustran su compromiso creciente con los valores expresivos del color.

Les-Saintes-Maries—de—la-Mer es un pueblo de pescadores situado en el corazón de la región francesa de La Camargne, construido obre una pequeña isla justo en el lugar donde el Pequeño Ródano desemboca en el mar. El pueblo surgió alrededor de la iglesia de Notre-Dame—de—la-Mer y se fue expandiendo poco a poco.

En la imagen se puede identificar la gran iglesia que domina la población, cuya mole emerge de entre un laberinto de techos y casas. Este pueblo medieval no se considera demasiado pintoresco, pero al bañar el lienzo en una luz cálida, Van Gogh representa esta parte de Francia con un cariz decorativo muy personal.

Además, el arfista prosigue con su apasionada exploración de los contrastes cromáticos, aunque de una manera muy sutil. Su empleo del rojo y el verde, así como del azul y el naranja, sigue siendo evidente, pero aquí no se yuxtaponen, a diferencia de lo que ocurre en otras obras similares, como Calle en Les-Saintes-Maries-de-la-Mer (1888).